HADAS&BOTAS: Glamour-O-Metro

Estos últimos días he encontrado un par de artículos que hablan sobre lo feos que somos los españoles, al parecer somos zafios, descuidados y desaliñados, especialmente los hombres, sobre todo los mayores de cuarenta y cinco años, y he comprobado que se ha abierto también un mini debate nacional en los foros sobre los trajes que van a llevar nuestros gloriosos deportistas en las Olimpiadas de Londres, confeccionados por la marca rusa Bosco:

Conviene saber que los trajes que lucirán los estadounidenses son de Ralph Lauren, los de los ingleses están firmados por Stella McCartney y los italianos son de Armani, excepto los de los regatistas, que vestirán de Prada.

Inexplicablemente hay gente que no se siente representada por esta imagen estridente, chillona, zafia, ordinaria y rancia que refleja perfectamente la cruda realidad que vivimos. Tras años de duros esfuerzos, y una larga tradición detrás, estas mismas características son el sueño de cualquier experto en marketing, las que mejor definen hoy día el target perfecto, al espectador de televisión medio, y a los contenidos televisivos medios, al seguidor futbolero medio, y al periodista deportivo medio, al votante medio, y al político medio, (del otro medio mejor no hablar), todos ellos encantadísimos de conocerse y absolutamente inamovibles en sus convicciones.

Lo cierto es que nada nos representa mejor, empezando por el hecho de que sea una empresa extranjera y no española la que provea la ropa. Aquí no tenemos una opción que pueda contentar a todos: trajes ajustados de Antonio Miró al estilo Pep Guardiola, imposible, demasiado catalán, nosotros no meamos colonia, David Delfín, demasiado raruno, Vittorio y Lucchino, demasiado folklóricos, Amaya Arzuaga, demasiado vasca, Ágata Ruiz De La Prada, simplemente demasiado...

Decía Andrés Calamaro en una canción: "somos feos pero tenemos nuestras canciones, que nos ayudan un poco y ayudan a los demás", qué ingenuidad ¿no?

Como no se puede permitir que siga subiendo el nivel de fealdad en este país, las hadas han decidido construir este Glamour-o-Metro para que nos hagamos una idea de cómo está la situación. El Glamour-O-Metro está actualmente en fase de prueba y va a ser aplicado al colectivo artístico nacional, un espejo en el que ya nadie se mira y que necesita desesperadamente algo de brillo. Estos son los primeros resultados:

FRÍO: RUBÉN POZO

Pereza siempre fué un grupo de dudosa credibilidad rockera, con sus blandas producciones, sus vocecillas y sus "nos-gustaría-hacer-rock-pero-aquí-lo-que-vende-es-el-pop" era difícil tomarse muy en serio a Rubén y Leiva. Ahora cada uno de ellos ha sacado un disco en solitario y el de Rubén Pozo, ex-componente también de Buenas Noches Rose, ha tenido una positiva acogida en diversos medios que antes no le prestaban mucha atención. Rubén ha presentado también un vídeo-clip con la canción "Pegatina", y si con el disco se ha quitado unos cuantos fantasmas de encima, con el vídeo se ha quitado todos los complejos y ha hecho lo que muchos hacen en la intimidad: bailar lo que les sale sin preocuparse de nada.
Estupendo, pero... esa imagen...zapatillas de deporte, pantalón pitillo, camiseta a rayas, pelo alborotado...por alguna razón el conjunto recuerda más a un quinqui que a un rockero, -¿remember José Luis Manzano?- A estas alturas la música, que es prácticamente invisible en los grandes medios, necesita ofrecer productos mucho mejor cuidados, en TODOS los aspectos, para ganar algo de relevancia

Típico look quinqui en la película "Colegas" de Eloy De La Iglesia (1982)

El malogrado José Luis Manzano, icono del cine quinqui

Rubén Pozo

TEMPLADO: ENRIQUE BÚNBURY

En su último vídeo-clip, "Odiame", Búnbury lleva un espectacular traje rosa muy "de artista". Las Hadas no son fans del aragonés errante, en su mundo no existe la devoción raphaeliana, y creen que el mejor disco de Búnbury será instrumental o no será, pero aplauden su elección y le reconocen el valor de la vestimenta. El riesgo le hace ganar enteros pero la camisa con chorreras y el corte del traje, un poco demasiado amplio, tal vez una chaqueta más corta y entallada hubiera sido mejor, le bajan la nota. Al final, al ver el vídeo da la impresión de que uno de Los Manolos se ha perdido en el desierto, eso sí, este traje es perfecto para cuando se hagan muñecos de Búnbury para colgar en el coche, seguro que arrasarían:

Está claro que lo de descuidar la imagen tiene que acabarse, eso de que el artista parezca uno más del público ha sido un negocio ruinoso, ya decían Alaska y Los Pegamoidos hace más de veinte años que si el público va mejor vestido que el artista es que algo está fallando, y tenían razón, un artista ha de vestir como UN ARTISTA, la normalidad es falsa, el "yo-soy-como-vosotros" es una gran mentira.

HOT!!!: LULA

En el nuevo video-clip de Lula, "Hasta mañana", la cantante Patrizia Escoín aparece así. Esto SÍ es un TOTAL LOOK. Lo tiene todo: chupa de cuero, botas, camiseta, estampado de leopardo...y lo que es más importante: actitud y convicción para llevarlo. Cada una de las prendas tiene su lugar en la historia estética del rock y todo está cuidado al detalle, desde el peinado hasta el cable de la guitarra, reflejando un concepto global.

Patrizia Escoín, cantante de Lula

Otro acertadísimo look que lleva Patrizia en el video-clip es el compuesto por este abrigo animal print, muy de rockstar, con camiseta negra y pañuelo de calaveras.

Pero sin duda, una de las cosas que destacan especialmente en la imagen de este video-clip son las mallas de leopardo, prenda no apta para cualquiera, que Patrizia luce de manera espectacular.

Como todo el mundo sabe hay varios tipos de estampados de leopardo: el de señora mayor, un clásico intemporal, el de choni poligonera, caracterizado por sus colores chillones, verde lima o fucsia, el de gay, como si hubieran saqueado el armario de su abuela o su hermana, el de pija, que dice a gritos lo caro que es, y el rockero, el que va del sector rockabilly-psychobilly a las pin-ups, que es el que nos interesa.

El leopardo bien utilizado es un recurso excelente, da un aspecto transgresor y atrevido, pero hay que tratarlo con sumo cuidado, sin abusar, teniendo en cuenta que no es una prenda aislada sino parte de un todo, por lo que hay que cuidar el conjunto al completo.