Rina Celi |
Hoy día cualquier rockero es, o debería ser, capaz de apreciar el trabajo del "Rat Pack", Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr. y compañía, gente procedente del "music hall", el mundo "crooner", el jazz y la canción melódica, que son paradigma del glamour, la clase y la verdadera "dolce vita" en la época dorada de Las Vegas. Puro "Rock And Roll Way Of Life" antes del rock'n roll.
Por extensión quien aprecia al rat pack y a toda la mitología asociada al rock y la cultura pop en general, suele apreciar también a vocalistas de los años cincuenta y sesenta como Patsy Cline o Brenda Lee, que trascendían el ámbito melódico y se acercaban a otros géneros, como el country, el rhythmn & blues o el pop, o la misma Peggy Lee, que comenzó su carrera a finales de los años cuarenta, más cercana al swing y al jazz.
Sin embargo desconocemos nuestra propia historia e ignoramos a cantantes como la gran Rina Celi, nuestra mejor vocalista "hot".
Rina Celi se llamaba en realidad Honoria Alcano Alconchel, y nació en 1920 en Barcelona. A los veinte años ya era una estrella en el mítico teatro Tívoli, uno de los epicentros del hervidero de agitación musical que era la Barcelona de la época. En el durísimo y oscuro panorama de la posguerra se encendían algunas luces en los locales del Paralelo y los más privilegiados bailaban al ritmo de las orquestas que ofrecían los nuevos y excitantes sonidos del momento, el be-bop, el swing, el hot, el fox-trot, el jazz en definitiva.
La pequeña Rina amaba profundamente esa música que llegaba en discos y películas, las Andrew Sisters, Bing Crosby, Judy Garland, la deslumbraban, Rina quería cantar así.
Curiosamente sus primeras grabaciones, de 1940, son temas mexicanos grabados junto a un grupo llamado Los Marimberos, sin duda por imposición de su discográfica, pero Rina poseía un gran caracter y rápidamente se hizo con las riendas de su carrera. En 1941 además de publicar algunos boleros, empezó a grabar con orquestas de swing y durante toda la década los mejores músicos de la ciudad tocaron con ella, especialmente las míticas orquestas Plantación y Casas Augé, consiguiendo grandes éxitos como "Carta de amor", "Tarde de fútbol", "Una casita" o "Tengo miedo".
Rina triunfó también con excelentes adaptaciones de temas norteamericanos muy populares: "No, no, no", de Guy Lombardo & His Royal Canadians, "La canción del tranvía", cantada por Judy Garland en "Cita en St. Louis" o el "Debías ser tú", de la Isham Jones Orchestra que sonaba en una película de Humphrey Bogart y James Cagney y fué popularizada por una conocida starlette de Hollywood, Betty Hutton.
RINA CELI. Un día de esos (One of those days). 1942
Como recordaban los maravillosos Hermanos Pizarro en su programa de Radio 3 "Melodías Pizarras", en algunos aspectos de su biografía se mezclan realidad y leyenda, es cierto que Rina trabajó como actriz radiofónica, dobló películas francesas de la Continental Films, al parecer publicó al menos una novela, llamada "La voluntad de un muerto", e hizo su pequeña carrera cinematográfica, en films como "Las tinieblas quedaron atrás" (M. Iglesias, 1947) o "Alas de juventud" (Antonio del Amo, 1949).
Más dificil sería demostrar que el tristemente célebre Auguste Ricord, colaboracionista nazi, miembro de la Carlingue, la Gestapo francesa, durante el régimen de Vichy, y posteriormente narcotraficante internacional, le ofreció hacer carrera en París a cambio de que espiara para la Gestapo, algo a lo que ella se negó rotundamente.
A finales de los años cuarenta Rina evolucíonó hacia el teatro musical de la época, la revista, estrenando con su propia compañía el espectáculo "Escándalos" y aunque puso en marcha alguna obra más y consiguió algúnos éxitos, su estrella se fué difuminando a medida que avanzaban los años cincuenta.
RINA CELI. No, no, no (No can do). 1947
Todas sus grabaciones de los años cuarenta están recogidas en un recopilatorio publicado por la magnífica disquera Rama Lama, que dirige el gran periodista musical José Ramón Pardo, cuyo trabajo de recuperación de la gran historia oculta de la música española es absolutamente impagable.
Son tres cedés y un libreto con unas notas biográficas escritas por José Manuel Rodríguez "Rodri" de donde se han extraído muchos de los datos incluidos en este post.
Por extensión quien aprecia al rat pack y a toda la mitología asociada al rock y la cultura pop en general, suele apreciar también a vocalistas de los años cincuenta y sesenta como Patsy Cline o Brenda Lee, que trascendían el ámbito melódico y se acercaban a otros géneros, como el country, el rhythmn & blues o el pop, o la misma Peggy Lee, que comenzó su carrera a finales de los años cuarenta, más cercana al swing y al jazz.
Sin embargo desconocemos nuestra propia historia e ignoramos a cantantes como la gran Rina Celi, nuestra mejor vocalista "hot".
Rina Celi en una foto de promoción |
La pequeña Rina amaba profundamente esa música que llegaba en discos y películas, las Andrew Sisters, Bing Crosby, Judy Garland, la deslumbraban, Rina quería cantar así.
Curiosamente sus primeras grabaciones, de 1940, son temas mexicanos grabados junto a un grupo llamado Los Marimberos, sin duda por imposición de su discográfica, pero Rina poseía un gran caracter y rápidamente se hizo con las riendas de su carrera. En 1941 además de publicar algunos boleros, empezó a grabar con orquestas de swing y durante toda la década los mejores músicos de la ciudad tocaron con ella, especialmente las míticas orquestas Plantación y Casas Augé, consiguiendo grandes éxitos como "Carta de amor", "Tarde de fútbol", "Una casita" o "Tengo miedo".
Rina triunfó también con excelentes adaptaciones de temas norteamericanos muy populares: "No, no, no", de Guy Lombardo & His Royal Canadians, "La canción del tranvía", cantada por Judy Garland en "Cita en St. Louis" o el "Debías ser tú", de la Isham Jones Orchestra que sonaba en una película de Humphrey Bogart y James Cagney y fué popularizada por una conocida starlette de Hollywood, Betty Hutton.
RINA CELI. Un día de esos (One of those days). 1942
Como recordaban los maravillosos Hermanos Pizarro en su programa de Radio 3 "Melodías Pizarras", en algunos aspectos de su biografía se mezclan realidad y leyenda, es cierto que Rina trabajó como actriz radiofónica, dobló películas francesas de la Continental Films, al parecer publicó al menos una novela, llamada "La voluntad de un muerto", e hizo su pequeña carrera cinematográfica, en films como "Las tinieblas quedaron atrás" (M. Iglesias, 1947) o "Alas de juventud" (Antonio del Amo, 1949).
Más dificil sería demostrar que el tristemente célebre Auguste Ricord, colaboracionista nazi, miembro de la Carlingue, la Gestapo francesa, durante el régimen de Vichy, y posteriormente narcotraficante internacional, le ofreció hacer carrera en París a cambio de que espiara para la Gestapo, algo a lo que ella se negó rotundamente.
A finales de los años cuarenta Rina evolucíonó hacia el teatro musical de la época, la revista, estrenando con su propia compañía el espectáculo "Escándalos" y aunque puso en marcha alguna obra más y consiguió algúnos éxitos, su estrella se fué difuminando a medida que avanzaban los años cincuenta.
RINA CELI. No, no, no (No can do). 1947
Todas sus grabaciones de los años cuarenta están recogidas en un recopilatorio publicado por la magnífica disquera Rama Lama, que dirige el gran periodista musical José Ramón Pardo, cuyo trabajo de recuperación de la gran historia oculta de la música española es absolutamente impagable.
Son tres cedés y un libreto con unas notas biográficas escritas por José Manuel Rodríguez "Rodri" de donde se han extraído muchos de los datos incluidos en este post.
Portada del disco recopilatorio publicado por Rama Lama |